LAS PALABRAS OSCURAS,
Miguel Sánchez Robles
Con este libro, Miguel Sánchez
Robles ha conseguido el X Premio Internacional de Poesía "Claudio
Rodríguez”, poemario que al ser publicado por Hiperión va a llegar a muchos
lectores que todavía no habían tenido la suerte de leerle. Y la verdad es que
no sé cómo meterle mano a este libro. Me llega fuego cruzado, metáforas como
proyectiles que nacen de un existencialismo sentimental y compasivo. Me llueven
poemas emotivos por todos los flancos y siento que es difícil salir indemne de
esta emboscada, porque al cerrar el libro nadie es ni siente del mismo modo.
¡Qué cosas suceden a mi edad! Todavía existe el asombro, el latigazo que
provoca un verso aún sigue vivo. Miguel Sánchez Robles consigue emocionarme. Y
eso es lo que más valoro en su poesía, la emoción, y luego, si llega, el pensamiento
turbio como sidra escanciada.
Las abundantes citas que preceden al texto son también una manera de
acotar su territorio emocional, ese mundo de los oscuros y frágiles que sufren
por todo, que encuentran en los versos ese consuelo necesario para seguir
explicándose aun a sabiendas de que no se logra comprender el caos del mundo.
RUISEÑOR
La vida paga sus cuentas
con tu sangre
y tú sigues creyendo que
eres un ruiseñor.
Roque Dalton
A estas
alturas de la vida,
después
de estos años tan llenos de vacío
que no fueron
bastante
para
darnos la dicha verdadera,
aún
existe en nosotros,
los
oscuros,
una
especie de don que vive en nuestros ojos.
Yo
sufro como un niño
que
perdió la memoria
y sus
labios vestidos de viernes por la tarde,
y si
salgo a la calle,
a estas
horas tan altas de la vida
miro
con gratitud,
me
desmayo de sed,
amo con
todo el alma
las
palabras oscuras,
mi
instinto de vivir mi carne en otra carne,
amo con
toda el alma
a
muchachas sin pecho,
a
muchachas muy tristes
que
viajan en el metro.
Miguel aborda los temas constantes de la literatura, de la poesía
más lírica, desde una perspectiva estrictamente personal. Basta leer un poema
suyo para saber que pertenece al autor caravaqueño. Y esto es un elogio, porque
no es fácil distinguirse (que su voz sea auténtica entre tantos epígonos o
acólitos que le siguen) ni lo es menos aún que los jurados premien sus escritos
de manera tan asidua. Pero esos temas constantes están siempre teñidos de un
halo de tristeza, transmiten el temblor de la belleza y su decadencia, la
muerte siempre enamorada de la vida desatenta,
o mejor, sus versos plasman la belleza de la decadencia, de la soledad de los
jóvenes perdidos de buscarse tanto en la niebla, etc. Así lo expresa en algunos
verso sueltos que son joyas dispersas: "La vida es un alud de barro con diamantes".
Y soy consciente de que un verso no salva un poema, pero son tantos los
aciertos que no me resisto a sugerirles que lean con atención
"Belleza" ("Te veo / y sé que podría llegar a amarte como a
nadie"…) o "Sodoma" ("Mi vida es triste como una isla que
nadie ha descubierto… Hace frío en las afueras del hombre"). En fin,
Miguel Sánchez Robles en estado puro.
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